El Karate y los Niños...

Hay una creencia común que el entrenamiento de Artes Marciales puede hacer a los niños violentos. Nada podía ser más lejano a la verdad.



El entrenamiento de las Artes Marciales enseña disciplina, respeto y responsabilidad. También enseña a los niños a concentrarse y alcanzar metas. Estas habilidades se transfieren fácilmente al niño cada día de su vida.

Lejos de los niños está la enseñanza que los convirtiese en violentos, una educación con Artes Marciales ayuda a preparar a un niño para sentir su vida útil y honorable.

El Karate cultiva la Justicia (a través de la percepción de la esencia del Karate), Valor (a través de la correcta actitud con que se practica la técnica), Sinceridad (a través del ánimo y seriedad con que se entiende la filosofía del Karate), y Bondad (a través de la franca reflexión con que continúa la práctica).

A demás de todos estos aspectos, que son adquiridos en la práctica, el Karate, tiene el propósito de educar y perfeccionar la capacidad racional que permite tener profunda reflexión y buen juicio, y cultivar actitudes que permiten llevar a cabo su fe.